lunes, 24 de marzo de 2014

Sobre el 22M... ¿Y después qué?


La gran pregunta del millón… ¿y después del 22M, qué ocurrirá?  Una pregunta esencial que debe preceder siempre a cualquier jornada de lucha, analizando crítica y constructivamente los resultados de dichas jornadas para proyectarlos hacia el futuro con nuevas estrategias. Pero parece ser que esta vez no ocurre así, al menos de momento.
Estos días se exalta el 22M como si de un gran logro se tratase, como una gran victoria que ha cambiado el devenir de los acontecimientos.  Pero nada ha cambiado, todo sigue igual: el estado reprimiendo, el patrón explotando, el cura engañando… y el pueblo agonizando.
Esta casi divinización de la jornada del pasado 22 de marzo resulta más peligrosa que beneficiosa para el movimiento libertario, pues se percibe una acción de petición al estado para que cambie sus políticas como una gran victoria del pueblo organizado.  ¿Una victoria?  ¿Qué se ha ganado?  Así pues, de esta exaltación sale reforzado el ciudadanismo con sus estrategias. 
Entonces, quizás habría que adoptar una actitud más crítica para que de esta experiencia podamos extraer conclusiones que nos acerquen más hacia la Revolución Social.  Puede que ver estas cuestiones bajo una dicotomía muy simplificada nos despeje algunas dudas; dejemos de lado las múltiples formaciones que participaron, reformistas, plataformistas, revolucionarios, ciudadanismas, partidistas… y reduzcámoslo a dos tipos de militancia social: pro-estado y anti-estado.  Viéndolo así, la incoherencia de divinizar unas jornadas pro-estado son más que evidentes.
No puede negarse la enorme afluencia de personas hacia la capital.  ¿Que se ha conseguido esta gran afluencia al margen de los sindicatos mayoritarios y amarillos?  Sí.  Es obvio, pero esto lleva ocurriendo desde el famoso “15M”, si no contamos con los movimientos antiglobalización en Barcelona de la década anterior, así que ello ahora no supone ninguna novedad.  Y si en las movilizaciones anteriores, menos masivas, se hubiese hecho una campaña de varios meses y se hubiesen fletado autobuses desde todos los puntos de la península, ¿no hubiesen sido igual de masivas esas movilizaciones?
Es más, cabría analizar si realmente unas movilizaciones masivas al margen de los grandes partidos y sindicatos, a la par auspiciadas por otros sindicatos no tan grandes pero igual de vendidos y por partidos y experimentos políticos de menor envergadura, repercuten en algún aspecto positivo para el movimiento anarquista.  Sí, puede que compartamos el asamblearismo (no en todos los casos lo comparten), una de nuestras herramientas, pero no compartimos ni principios (antiautoritarios y antiestatales), ni tácticas (acción directa, boicot y sabotaje), ni finalidades (abolición del estado y de toda forma de opresión, construcción colectiva de la Anarquía).
La contundencia en la defensa frente a los represores del estado también se destaca estos días.  Pero esta contundencia es un elemento que va in crescendo desde hace ya algún tiempo.  Y aquí las estadísticas también juegan un gran papel, pues si había más participantes en general, mayor proporción habría de personas decididas a luchar hasta las últimas consecuencias, es lógico.  Así que la autodefensa tampoco es un logro de esta convocatoria, sino la consecuencia del aumento de la represión hacia el pueblo en confluencia con una gran masa descontenta reunida.

No nos equivoquemos, no se trata de dar la espalda y rechazar todas y cada una de las convocatorias que se hagan y de aislarnos del pueblo, ni tampoco se trata de acudir sin más con un discurso propio, con nuestro discurso revolucionario.  Se trata de acudir con una acción revolucionaria propia y que distinga al anarquismo de todo el resto de movimientos sociales politizados y pro-estatales.  Se trata de acudir con una estrategia propia y bien organizada de antemano, de estar preparados desde meses atrás para extender unas revueltas que se convertirán en revolución, una estrategia que contemple la socialización de espacios a lo largo de estas jornadas, que contemple la ocupación forzosa y posterior socialización de fábricas a punto de cerrar (panrico, coca-cola…), que contemple la toma de edificios públicos y administrativos, que prepare la prolongación de estas jornadas, iniciadas siempre los fines de semana, hasta los días laborables en los que los cortes de carreteras, polígonos, etc. paralicen realmente la sociedad y desemboquen en huelgas revolucionarias…  ¿Utopía?  ¿Y qué hacemos las y los anarquistas, sino luchar para que esta Utopía se convierta en realidad?
Finalmente, podría afirmar que estas movilizaciones no dejan de ser un experimento ciudadanista más.  Las personas allí asistentes se marcharon sin saber cuál es nuestra alternativa revolucionaria.  Tal vez sí que percibieron nuestra firmeza y decisión… ¿pero hacia dónde?  Aunque las consignas y las pancartas fuesen distintas, la estrategia, las acciones, la idea transmitida… no difirieron mucho del resto de participantes, por más que me duela decirlo tras haber comprobado todas las energías que estas compañeras y compañeros dedicaron a esta jornada.  Y si todas estas energías que se han usado por parte de algunos para coordinarse con formaciones de la izquierda institucional (incluidos pseudo-sindicatos), se hubiese invertido dentro del mismo movimiento anarquista (CNT, FAI, FIJL, CNA, Ateneos, grupos de afinidad…) para elaborar una estrategia propia, otro gallo cantaría, como versa la canción.
Con todo, sí que hay una parte del 22M que me satisface, y es lo único positivo que a mi modo de entender extraigo de esta convocatoria: la fraternidad que ha producido en las compañeras y compañeras de toda la península que se han reunido en Madrid, compañeros y compañeras que hasta entonces no se conocían en persona y que gracias a esto han podido darse un sincero y libertario abrazo, construyendo así un sindicato anarquista desde la solidaridad, la humanidad y la fraternidad.
Tal vez seamos capaces realmente de aprovechar la inercia de este tipo de jornadas para redirigirla hacia acciones verdaderamente revolucionarias.  Sé que lo seremos porque el movimiento anarquista ibérico cuenta con grandes personas en su militancia, tanto en CNT como en FAI, FIJL, y demás Ateneos y grupos de afinidad.
En fin, 22M… ¿y después, qué?  La Revolución Social depende de nosotras y de nosotros, de nuestra lucha por la libertad y su extensión al resto del pueblo.  Invirtamos de una vez todas nuestras fuerzas en ella.


Barbanegra

jueves, 6 de marzo de 2014

Ante la convocatoria de la plataforma "La España En Marcha" en la plaza de Lavapiés el 8 de marzo


Cada año miles de personas se ven obligadas a emigrar de sus lugares de origen empujados por la miseria a las que les somete el estado y el capitalismo. Atrás, los/as trabajadores/as dejamos a nuestros/as compañeros/as, familiares, amigos/as para acudir a otro lugar a ser exprimidos y desechados por un montón de empresarios y políticos que parasitan de nuestro sudor y nuestra sangre. Da igual nuestra procedencia, da igual que seamos Españoles, Guineanos, Italianos, Peruanos, Chinos etc.; tanto nuestros antepasados como muchos de nosotros/as nos volvemos a ver obligados a tener que partir hacia otros países con una mayor prosperidad económica para encontrar un futuro digno para nosotros/as y nuestras familias.

Los empresarios, a la hora de contratar a estos/as trabajadores/as, se aprovechan de ellos/as como mano de obra barata. Los estados los criminalizan y los usan como chivos expiatorios para enfrentarnos entre todos con algunas acusaciones tan absurdas como relacionar la inmigración directamente con la delincuencia, como los recursos sociales se destinan hacia ellos etc.. Además, con estos argumentos aprovechan para restringir cada vez más los derechos y las libertades civiles, aumentan la represión, y no tienen ningún pudor en realizar montajes políticos para seguir reafirmándose una y otra vez en esta estrategia, como el famoso montaje que realizo EEUU contra los anarquistas Sacco y Vanzetti por el hecho de ser inmigrantes italianos y anarquistas. Tampoco tienen ninguna vergüenza en realizar controles racistas, secuestrar personas, hacinarlos en cárceles solo para inmigrantes (CIE`s) y deportarlos, así como disparar a bocajarro en Ceuta y Melilla, al más puro estilo GESTAPO.

Los fascistas usan el pretexto de la inmigración para hacerse publicidad y legitimar la represión y la violencia institucional, así como para lanzar mensajes interclasistas que enfrente a la clase trabajadora mientras la patronal continua flexibilizando el mercado de trabajo y recortando derechos.



Lavapiés es un barrio multicultural donde conviven personas de distintas procedencias y culturas. Es flor de multitud de movimientos obreros, autónomos, sociales y políticos. Hartos estamos de sufrir la violencia institucional constante por parte de la patronal del barrio, para imponer la gentifricación, así como del estado a través de la policía, haciendo redadas, expulsando a las personas de sus viviendas o reprimiendo constantemente a quien lucha. 

Ahora una plataforma de ultraderecha quiere ganar popularidad convocando una concentración con un mensaje totalmente de odio racial en pleno centro de Lavapiés, para ganar un puñado de votos en las Elecciones Europeas además de imponer el miedo en el barrio y provocar otra oleada de represión contra los movimientos políticos y sociales que día a día trabajan en el barrio.

No se lo permitamos, señalemos a quienes nos dividen y parasitan de nuestro sudor, y mantienen a los/as trabajadores/as en la más absoluta miseria. Luchemos    todos/as juntos/as contra la xenofobia y la explotación.


CONTRA LA VIOLENCIA DEL CAPITAL, EL ESTADO Y SUS INSTITUCIONES


Grupo Anarquista Tierra
Federación Anarquista Ibérica (FAI)
Internacional de Federaciones Anarquistas (IFA)

http://federacionanarquistaiberica.wordpress.com/tag/grupo-tierra/

miércoles, 5 de marzo de 2014

Surt "La Safor Llibertària" nº 4

Surt el número 4 de La Safor Llibertària, òrgan d’expressió de la CNT-AIT en la Safor i de difusió de les idees anarquistes.

En aquest número animem a la població de la comarca a organitzar-se al marge dels partits polítics i de les plataformes oportunistes per tal de defendre els seus interessos, en aquest cas, la platja de l’Ahuir, únic indret naturista de Gandia que l’alcalde feixista vol censurar a les bones o a les males, envaint i urbanitzant l’últim tram de platja natural de la localitat costanera.

També reflexionem sobre el paper de l’Anarquisme i del sindicat front a les distintes lluites en defensa dels drets socials, reivindicant l’essència revolucionària de la històrica anarcosindical.  I un company de la península en ofereix la seua retrospectiva sobre el moviment anarquista al llarg de les darreres dècades.

Descarrega’t aquest número prement sobre la imatge, i si vols que te’ls enviem impresos i en format de periòdic no tens més que posar-te en contacte amb nosaltres.

Salut, Revolució Social i Anarquia!

CNT-AIT Sindicat Revolucionari Anarquista de La Safor

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Sale el número 4 de La Safor Libertària, órgano de expresión de la CNT-AIT en la Safor y de difusión de las ideas anarquistas.

En este número animamos a la población de la comarca a organizarse al margen de los partidos políticos y de las plataformas oportunistas para defender sus intereses, en este caso, la playa de l’Ahuir, único lugar naturista de Gandía que el alcalde fascista quiere censurar a buenas o a las malas, invadiendo y urbanizando el último tramo de playa natural de la localidad costera.

También reflexionamos sobre el papel del Anarquismo y del sindicado frente a las distintas luchas en defensa de los derechos sociales, reivindicando la esencia revolucionaria de la histórica anarcosindical. Y un compañero de la península ofrece su retrospectiva sobre el movimiento anarquista a lo largo de las últimas décadas.

Descárgate este número pulsando sobre la imagen, y si quieres que te los enviemos imprimidos y en formato de periódico no tienes más que ponerte en contacto con nosotros.

¡Salud, Revolución Social y Anarquía!


CNT-AIT Sindicato Revolucionario Anarquista de La Safor




¿Defensa de los derechos sociales? ¡Defensa de la Anarquía! Editorial de "La Safor Llibertària nº 4

Los tiempos que corren en la actualidad son verdaderamente convulsos, imprecisos, y sobre todo agotadores.  Se agota la paciencia del pueblo, de aquella clase oprimida y trabajadora que inició un viaje onírico hacia la maravillosa “clase media”, la nueva burguesía que aspiraba a lograr los niveles sociales de la aristocracia y las más altas esferas del poder.  Y también se agotan los derechos y las libertades, se agota la comida, la atención médica, los logros de la clase obrera... se agota incluso el papel higiénico en los centros escolares.

Frente esta dramática situación, el movimiento anarquista tanto ibérico como internacionalista tiene que ofrecer claramente su alternativa revolucionaria en el pueblo. No somos “ciudadanistas”, no defendemos las instituciones del estado, ni las políticas, ni las educativas ni las sanitarias, tampoco luchamos por unas pensiones dignas otorgadas por el estado cual Salomón bíblico que pretende impartir justicia en nombre de su dios, en el caso del estado, el capitalismo.  Todos los conflictos actuales, las reformas laborales y del código penal, las reformas educativas y sanitarias, las privatizaciones, el peligro de la continuidad de las pensiones, la prohibición del aborto, etc.  Todos, repetimos, encuentran su solución definitiva bajo un único concepto, bajo una única idea, bajo una única acción: la Anarquía.

La Anarquía es la única solución posible y definitiva a todos los problemas de las sociedades actuales, los orígenes de los cuales no son nada distintos a los de los problemas de las sociedades de los siglos XX, XIX o XVII: el Poder y el Estado, sea cual sea su forma y color.  Y el sindicalismo revolucionario de la CNT es una herramienta que permite en el pueblo organizarse y estructurarse para enfrentarse a los procesos revolucionarios que nos conducirán hacia esta Anarquía.

Como anarquistas, como sindicalistas, y como revolucionarios y revolucionarias, tenemos que ser conscientes de la inmensa importancia de la Anarquía para la salvación de la humanidad y para una existencia y convivencia armoniosas e igualitarias.  Y esta conciencia de necesidad es aquello que debemos compartir con el pueblo, trasladárselo desde nuestros corazones y desde nuestras acciones, no desde las oratorias vanas y vacías.


¿Defensa de los derechos sociales nacidos de un imaginario “estado de bienestar”?  ¿Defensa de unas pensiones, de una educación o sanidad “públicas” ofrecidas y gestionadas por los estados? ¿Demanda de rectificaciones sobre leyes promulgadas por el Estado, como la prohibición del aborto o la ley de seguridad ciudadana? Rotundamente... ¡NO! Como solución final de hasta el último conflicto existente en la humanidad... ¡Defendamos la ANARQUÍA!


Editorial de "La Safor Llibertària" nº 4, marzo 2014

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