lunes, 14 de abril de 2014

El Anarcosindicalismo en el siglo XXI: ¿Anarquismo o Sindicalismo?


El sindicalismo revolucionario anarquista ha sido históricamente el principal elemento vertebrador de una Revolución Social que conseguirá liberar la humanidad de sus cadenas, gracias sobre todo a la apropiación por parte del pueblo trabajador de los medios de producción y de la producción misma, así como de los órganos de organización y decisión.  De este modo, las masas proletarias que hacían funcionar las fábricas y que cultivaban los campos se organizaban sin patrones y colectivizaban estas fábricas y campos.
Han pasado muchas décadas desde la Revolución del 19 de Julio de 1936.  Hoy en día, la masa trabajadora no se dedica plenamente a la producción de unos productos básicos y determinados.  Las grandes ciudades y los pequeños pueblos y aldeas del siglo XXI no acogen ya fábricas repletas de trabajadoras y trabajadores ni campos labrados día y noche.  Estamos en la era tecnológica y todavía nos encontramos bajo la amenaza de una era nuclear que encara no ha acabado, en la era de la sobre-información, una era virtual basada no en la producción, sino en un consumo esclavizador y que definirá todas y cada una de las vidas humanas del planeta Tierra.
En la actualidad son la tecnología, las máquinas y los ordenadores, y no los y las trabajadoras, los principales productores en las fábricas.  El capitalismo se ha apoderado incluso de la fuerza de trabajo hasta tal punto que la clase trabajadora es cada vez menos necesaria, y la prueba la vemos en la situación actual y en las perspectivas de futuro, si no lo cambiamos nosotros Ahora vemos una población parada y sin producir, que necesita consumir y que no puede, y que va perdiendo los accesos a necesidades humanas básicas como la sanidad o la educación... una población que pasa de ser clase trabajadora a ser esclavos de una burguesía formada por políticos parásitos y toda su consorte.
Otro factor son las producciones en cadena en distintas fábricas, que implican que ninguna de estas fábricas o unidades empiezan y acaban un producto, sino que fabrican únicamente una parte.  Entonces, la colectivización de una empresa de estas características acontece una tarea verdaderamente complicada para la clase trabajadora, pues no podrán elaborar un producto acabado para su venta directa.
El funcionamiento por subcontratación, las empresas de trabajo temporal y los contratos-hacemos son también un elemento de riesgo para la clase trabajadora, y en cambio no se percibe como un elemento al cual enfrentarse directamente y constante.  La inseguridad de los puestos de trabajo, junto con la conciencia de que estos lugares son de una temporalidad muy breve, impide que los trabajadores y las trabajadoras lleguen a organizarse, a conformar lazos de unión, de solidaridad y de fraternidad.  Justo al contrario, se promueve la competencia y el “sálvese quien pueda”, produciendo en el individuo trabajador y productor unos estados emocionales insanos, con síntomas de estrés, de depresión y de ansiedad.
También gran parte del trabajo en fábricas se ha visto sustituido, por un lado, por el trabajo en asientos frente un ordenador, trabajos alienados donde ni siquiera se sabe qué se hace, donde nada se produce, donde el trabajador se encuentra totalmente en el margen y sólo ejecuta órdenes.  Por otro lado, ha sido también sustituido por el funcionariado: médicos, maestros, bomberos, mensajeros... una nueva clase trabajadora totalmente dependiente del Estado, y que a la hora de enfrentarse al patrón encuentra excesivas dificultades.  El Estado se convierte así en un nuevo patrón, el patrón más poderoso con el cual se enfrentará la clase trabajadora, un patrón que controla todos los servicios básicos a los cuales el Pueblo necesita acceder, como la sanidad o la educación, y legisla el acceso a otros como la alimentación, el trabajo o la vivienda.  En consecuencia, la lucha de la clase trabajadora contra la patronal debe ser inseparable de la lucha del pueblo contra el Estado.
Podemos observar entonces como la situación de la clase trabajadora ha cambiado considerablemente desde las primeras décadas del pasado siglo, dejando de ser ya la principal productora de bienes y servicios, pero pasando a ser su principal consumidora.  Hay que añadir, a la estructura laboral y productiva actual, una nueva estructura social con una presunta “clase media”, que no es más que la clase trabajadora que ha sucumbido a los créditos financieros y a la vida a plazos; en este sentido, el capitalismo también se ha apoderado de la voluntad humana y la dirige hacia un consumismo sin fin, se tengan o no los recursos para consumir.
El capitalismo también ha sustituido las relaciones humanas por las puras transacciones comerciales, y los productos ya no se adquieren en las tiendas de barrio o a los mercados de las plazas sino a las grandes superficies, donde pocas personas trabajadoras gestionan miles y miles de productos y miles de transacciones diarias.  Antes ya lo hemos dicho, ya no somos los principales productores, lo son las máquinas, y difícilmente podremos producir nosotros sólo todo lo que consumimos, difícilmente podremos poner un lugar en el mercado y vender teléfonos, televisiones, neveras u ordenadores que hayamos construido nosotros, ni tampoco podremos vender u ofrecer servicios sanitarios o educativos.
Nos encontramos así frente una nueva clase trabajadora del siglo XXI totalmente diferente a la de los siglos XIX y XX.  El sindicalismo tradicional difícilmente podrá satisfacer todas las exigencias de esta nueva clase trabajadora, y el sindicalismo revolucionario anarquista encuentra a su camino un sólido y elevado muro que le impide acceder a esta clase trabajadora y organizarla para una Revolución Social.
Con todo, el enemigo principal del Pueblo no ha cambiado a lo largo de todos estos siglos, y continúa siendo el Estado, que ahora ha asumido nuevas funciones como nuevo patrón al cual combatir; y tampoco han cambiado las pretensiones del Anarquismo, así que no se trata de “redefinirlo”, tal y como algunos defienden, pues el Anarquismo es el que es, pasen los siglos que pasen: la lucha del oprimido contra toda autoridad y en pro de una nueva Humanidad.
Pero consecuentemente, si el sindicalismo ha perdido gran parte de su fuerza y potencial para estructurar una nueva sociedad, el anarcosindicalismo habrá, entonces, de desequilibrar la balanza entre anarquismo y sindicalismo en favor del primero.  El Anarquismo del siglo XXI es el mismo que el del siglo XIX, y los Principios, Tácticas y Finalidades también son los mismos y en absoluto hay que cuestionarlos.  Se trata de la Estrategia, de una estrategia que además de contemplar la lucha sindical y laboral, aumente la lucha contra el Estado.
En este texto no pretendemos dar soluciones para todas las cuestiones que acabamos de nombrar, ni podemos ni debemos.  Únicamente pretendemos abrir un debate que quizás dé respuesta a una cuestión que a más de cuatro nos quita el sueño cada noche:
¿Cómo posibilitar y articular una Revolución Social, aquí y ahora?
Anarcosindicalismo en el siglo XXI sí, pero Anarquismo en el siglo XXI también.
Salud, Libertad y Anarquía


DE "LA SAFOR LLIBERTÀRIA" Nº5


Sin olvidar nada… distintos tiempos, los mismos fantasmas al acecho

No seré yo quien afirme que del próximo Congreso Cenetista saldrán estos o aquellos acuerdos de más o menos valor constructivo.  No me considero con tales dotes y confío en la razón, en la inteligencia y en el deseo de servir sinceramente a las ideas, porque considero que no es posible que pueda actuar con éxito en su cometido la organización que se rige por medio de sus acuerdos, tomados respectivamente en sus Comicios, si hay en su seno elementos contrarios a los mismos que tratan de perturbar deliberadamente su obra, poniéndole todos los obstáculos para no dejarle desarrollar sus actividades.
Las interpretaciones que se distancian entre sí del fondo y de la forma, no dejan de tener su actualidad entre los interesados que la propagan; pero cuando los hechos son lo suficientemente claros y aleccionadores llegamos a la conclusión de que hay algo por medio que a toda costa quiere acabar para siempre con todo lo que le impide poner en acción su pensamiento.
Las contradicciones e inexactitudes manifestadas públicamente por medio de la prensa y otros procedimientos, desmerecedores en un todo del auténtico militante, son tan palmarias, que uno ha de ser muy tonto para no darse cuenta, para no hacerse un juicio lo más aproximado posible, deduciéndose del mismo que lo que “ellos” proclaman a pulmón abierto carece por completo de anarco-sindicalismo, a pesar de que sus autores sigan llamándose libertarios.  Confunden la forma con el fondo y viceversa, porque queriendo demostrar como un hecho anárquico lo que realmente no es, mezclan lo negativo con lo positivo, sin poder definir nada.  Estas situaciones son creadas por los que de forma cerrada niegan toda posibilidad a lo que es esencia de la idea y, como consecuencia, se resiente por las actividades que desplazan a los que ocultando sus propósitos procuran que la intriga y la impostura tomen cuerpo y vayan minando los cimientos en que se afirman las ideas de verdadera renovación social.  La ejecución de los actos pone de manifiesto cómo actúan los libertarios y cómo los que se llaman y no lo son.  A este camino se llega cuando la razón y la reflexión se deciden a formar un criterio de cuanto ven a su alrededor, y sin olvidar nada resumen en consonancia lo que sí es y no es.
Hemos visto en el curso de nuestra existencia en el exilio muchas cosas raras, provocadoras de la risa unas, y otras de la tragedia, del dolor, porque todo lo que actualmente sucede es producto de una época de egolatría y ambiciones personales nacidas al calor de las ocasiones.  Si tal es la situación en que estamos colocados, diremos que a pesar de cuantos acuerdos se tomen en el próximo Comicio, los oposicionistas a que la Organización continúe por la línea recta, si las resoluciones no son otras, harán o intentarán nuevamente hacer todo lo posible por no acatarlas, levantando otra vez falsos testimonios con intención de desacreditar a no sé qué militante o compañero, llevados por el afán del liderismo, del dirigismo, centralismo y su nuevo federalismo.
Con tales concepciones no sabemos hasta dónde se puede considerar libertario quien en lugar de dignificar a las ideas trata de desacreditarlas con sus actos, deformándolas intencionadamente.
Tomando como alegato la evolución del progreso, la educación y la cultura de las nuevas generaciones, deliberadamente se olvidan de decir que con todo y haber experimentado el mundo un gran avance científico, nada nuevo señala el progreso que pueda hacer cambiar de rumbo a quien desde su fundación sigue por la misma senda, trazada por la fuerza que da la convicción.
Es altamente necesario, imprescindible es, para todos los que no toleran que nadie les arrebate ni un palmo de terreno en el aspecto sociológico y por ende también ideológico, poder averiguar quién o quiénes son los promotores de tanta confusión, de tanto embrollo; seguramente se clarificarían muchísimo más las ideas y el campo de acción aparecería limpio de toda maleza.
No hay que olvidar el valor de las circunstancias para el que las aprovecha en su beneficio particular, ya que así podremos calcular la calidad de unos y la de otros en la obra que se realiza, porque siempre ha de darse más valor a los hechos que a las palabras, [pues] éstas ocultan frecuentemente las verdaderas intenciones de quien las emite, y aquéllos son los auténticos reflejos del pensamiento.  Este discurrir debe servirnos para afrontar con mayor tenacidad y convencimiento los avatares de la vida y las vicisitudes que el ideal reporta a quienes no se apartan de su lado con el fin de defenderlo y ayudarle a progresar en todos los terrenos.
No nos debemos engañar compañeros.  No debemos confundirnos en la elección, si es que ciertamente deseamos una organización netamente sindicalista revolucionaria o anarco-sindicalista, que a mi entender uno y otro calificativo se complementan.  Los límites están ya bien trazados y definidos. Se llenarán, seguirán llenándose columnas y más columnas periodísticas con opiniones o criterios diversos.  Se hablará mucho de cómo se debería actuar para salvar los escollos que actualmente existen.  Se harán miles y miles de cálculos alrededor de lo mismo; pero las FF.LL., por medio de sus Asambleas y el Congreso dictaminador con arreglo a lo discutido, darán la tónica a las deliberaciones que se tomen.  Esta es la verdad, y allá cada cuál con su responsabilidad.  Pero el militante no debe caer en la red que se le quiere tender…
Máximo Freixas
Extraído del Boletín de la Comisión Intercontinental de Relaciones en el Exilio, del 19 de julio de 1965


DE "LA SAFOR LLIBERTÀRIA" Nº 4

domingo, 13 de abril de 2014

La Safor Llibertària nº 5: Especial Primero de Mayo y Primer Aniversario del periódico (bilingüe)

Editorial del número 5 de  "La Safor Libertària", complint un any des de la nostra primera publicació i dedicant el número a tota la classe treballadora pel Primer de Maig:
Amb aquesta publicació complim ja un any del rellançament de la premsa comarcal de la CNT de La Safor.  Seguint l’estel de “La Voz Libertaria”, òrgan d’expressió de la CNT La Safor després del franquisme i editat per primera vegada el 1979, vam reiniciar aquesta aventura periodística i informativa ara amb el nom de “La Safor Llibertària”.
Hem arribat a editar cinc números al llarg d’aquest  any, des de l’abril de 2013, i si bé no han sortit tots els números que desitjaríem, sí que estem satisfets amb la tasca que hem emprès.  Cinc números han servit ja per testimoniar una petita evolució a la nostra publicació, tant pel que fa al format com pel que fa als continguts, intentant conformar una publicació cada vegada més original i amb articles propis i que aporten altres punts de vista a qüestions delicades.  Per descomptat, necessitem avançar més, des de l’auto-crítica i la crítica externa, constructives ambdues, per tal de consolidar una publicació llibertària que esperem arribe a ser referent en la nostra comarca i, per què no, fora d’ella.
Ha plogut molt en aquest darrer any, i com sempre sols s’han enfangat els portals de la classe treballadora i oprimida.  S’han omplert de bassots, de fang i de porqueria, mentre que els portals de la burgesia, de la classe política, religiosa i militar, mantenen els seus marbres impol·luts i enlluernadors, polits amb la suor i la sang treballadora.
Ara arriba el Primer de Maig.  Però la gent pensa més en les vacances cristianes de les Pàsqües... després, el que siga, ja vindrà...  Sonen campanes de vaga general, unes vagues que cada vegada es semblen més al Primer de Maig, i aquest cada vegada sembla més una processó de setmana santa.  Per sonar, també sonen les butxaques de les empreses que abasteixen les forces repressores de l’Estat, ja que aquest va a gastar-se més de 200.000 euros en bombes lacrimògenes, i espereu, que ja tenen ganes d’estrenar el tanc amb canó d’aigua que van comprar.  Si és que són com un xiquet amb un regal nou: és comprar-ho, i voler estrenar-ho.
Mentrestant, a la gent que lluita, a la gent que no roman impassible a totes aquestes agressions, l’Estat continua marejant-la amb petites i puntuals “reformes-trampa”, moltes de les quals no prosperaran, i l’Estat n’és sabedor.  Però de moment, té a la gent entretinguda amb reformes com l’avortament, el codi penal, amb més repressió i desallotjaments de centres socials okupats (ja en portem uns quants en el que va d’any)... i la lluita contra l’Estat es fragmenta en petites lluites contra les seues reformes, però no contra ell.
Res ens agradaria més que l’Editorial que escrivírem d’ací a un any reflex ara, amb entusiasme, la revolta del Poble contra l’Estat, que parlara de les noves col·lectivitzacions on han creat els seus propis serveis sanitaris en un hospital socialitzat, i també els seus propis serveis educatius i energètics.  Res ens agradaria més que escriure sobre la fi del Primer de Maig com una data reivindicativa, doncs tot allò que reivindicàvem ja estaríem duent-ho a terme.  Res ens agradaria més, a l’Editorial que escriurem d’ací a un any, que parlar de la recentment conquerida LLIBERTAT DEL POBLE, albirant l’aurora llibertària.

Descarrega't el número prement sobre la imatge (per a la versió imprimible prem a la pestanya del Periòdic):

 La Safor Llibertària nº5


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Editorial del número 5 de "La Safor Libertaria", cumpliendo un año desde nuestra primera publicación y dedicando el número a toda la clase trabajadora por el Primero de Mayo:
Con esta publicación cumplimos ya un año del relanzamiento de la prensa comarcal de la CNT de La Safor.  Siguiendo la estela de “La Voz Libertaria”, órgano de expresión de la CNT La Safor después del franquismo y editado por primera vez el 1979, reiniciamos esta aventura periodística e informativa ahora con el nombre de “La Safor Libertaria”.
Hemos llegado a editar cinco números a lo largo de este año, desde abril de 2013, y si bien no han salido todos los números que hubiésemos deseado, sí que estamos satisfechos con la tarea que hemos emprendido.  Cinco números han servido ya para testimoniar una pequeña evolución en nuestra publicación, tanto en cuanto al formato como en cuanto a los contenidos, intentando conformar una publicación cada vez más original y con artículos propios y que aporten otros puntos de vista a cuestiones delicadas.  Por supuesto, necesitamos avanzar más, desde la auto-crítica y la crítica externa, constructivas ambas, para consolidar una publicación libertaria que esperamos llegue a ser referente en nuestra comarca y, por qué no, fuera de ella.
Ha llovido mucho en este último año, y como siempre sólo se han enfangado los portales de la clase trabajadora y oprimida.  Se han llenado de charcos, de barro y de porquería, mientras que los portales de la burguesía, de la clase política, religiosa y militar, mantienen sus mármoles impolutos y deslumbrantes, pulidos con el sudor y la sangre trabajadora.
Ahora llega el Primero de Mayo.  Pero la gente piensa más en las vacaciones cristianas de las Pascuas... después, lo que sea, ya vendrá...  Suenan campanas de huelga general, unas huelgas que cada vez se parecen más al Primero de Mayo, el cual cada vez parece más a una procesión de semana santa.  Por sonar, también suenan los bolsillos de las empresas que abastecen a las fuerzas represoras del Estado, puesto que este va a gastarse más de 200.000 euros en bombas lacrimógenas, y esperad, que ya tienen ganas de estrenar el tanque con cañón de agua que compraron.  Si es que son como un niño con un regalo nuevo: es comprarlo, y querer estrenarlo.
Mientras tanto, a la gente que lucha, a la gente que no permanece impasible en todas estas agresiones, el Estado continúa mareándola con pequeñas y puntuales “reformas-trampa”, muchas de las cuales no prosperarán, y el Estado es sabedor.  Pero de momento, tiene a la gente entretenida con reformas como el aborto, el código penal, con más represión y desalojos de centros sociales okupados (ya llevamos unos cuantos en lo que va de año)... y la lucha contra el Estado se fragmenta en pequeñas luchas contra sus reformas, pero no contra él.
Nada nos gustaría más que la Editorial que escribiremos de aquí a un año reflejara, con entusiasmo, la revuelta del Pueblo contra el Estado, que hablara de las nuevas colectivizaciones donde han creado sus propios servicios sanitarios en un hospital socializado, y también sus propios servicios educativos y energéticos.  Nada nos gustaría más que escribir sobre el fin del Primero de Mayo como una fecha reivindicativa, pues todo aquello que reivindicábamos estaríamos ya llevándolo a cabo. Nada nos gustaría más, en la Editorial que escribiremos de aquí a un año, que hablar de la recientemente conquistada LIBERTAD DEL PUEBLO, divisando la aurora libertaria.

Descarga el número clickando sobre la imagen (para la versión imprimible ve a la pestaña del Periódico):

 La Safor Llibertària nº5




A las Trabajadoras y Trabajadores de los Pueblos de Iberia por el Primero De Mayo



En este Primero de Mayo, sin dejar de preocuparnos de nuestras más inmediatas y apremiantes reivindicaciones mínimas y ante la grave situación que hay creada, debemos fijar nuestra máxima atención sobre el problema más acuciante que tenemos planteado en la península: el de la LIBERTAD, que va aparejado indisolublemente con el de la JUSTICIA SOCIAL.
Cuarenta años de régimen franquista y otros tantos de régimen neo-franquista o pseudo-democrático han dejado a nuestro pueblo a la cola de todos los pueblos de Europa.  Vivimos con más atraso y con más miseria que ellas, no en vano somos los segundos en Europa en niveles de pobreza.  Por otra parte, el Estado, de origen faccioso y fascista, es mirado, incluso por otros pueblos vecinos, con desconfianza y recelo, y necesitamos conformar unas relaciones internacionalistas más fraternales y equilibradas, no entre estados sino entre pueblos, que posibiliten de una vez por todas nuestra propia emancipación. 
El pueblo trabajador es uno solo y uno mismo en todas las partes del mundo, en todas sus tierras.  Hermanados todos y todas bajo el amor a la libertad y a la humanidad, el pueblo trabajador, único, reniega de las naciones, de los estados, de las etnias… pues todas y todos nacimos desnudos y en igualdad de condiciones naturales ante el mundo; nuestro entorno social hizo el resto.
El pueblo pasa hambre y frío, mientras hay tierras sin cultivar, mientras se cierran fábricas y minas, mientras diariamente se tiran toneladas de comida a la basura y cientos de miles de viviendas continúan cerradas y sombrías porque nadie puede ocuparlas.
A pesar de los recursos de que disponen nuestras tierras y nuestros pueblos, la juventud no encuentra trabajo en este país y ha de buscarlo en el extranjero.  El estudiante ve cerrarse ante sí el horizonte.  Centenares de jóvenes sin porvenir en el propio suelo, acosados por las privaciones y perdida la ilusión para proyectar su futuro, se ven obligados a asumir un terrible éxodo sin destino.
Esta situación debe terminar, y hemos de ser nosotras y nosotros mismos quienes lo hagamos con inteligencia y con heroica resolución, como corresponde a un pueblo trabajador digno y capaz.  Para ello debemos fomentar un clima obrero, un ambiente de lucha que acoja la movilización decidida de las masas populares conscientes y rebeldes, alzándose de hecho en todas partes, pues el arranque del pueblo impetuoso y arrollador puede hundir este tinglado fascista.  La HUELGA GENERAL es también una de nuestras formidables armas.  Un paro general en Barcelona, Madrid, Valencia, Bilbao… en las grandes aglomeraciones industriales y urbanas, en las aldeas, en el campo, sincronizado, paralizando en todas partes trabajos, servicios públicos, transportes, telecomunicaciones, toda la actividad del país, es posible CUANDO QUERAMOS.
Pero la movilización de la clase obrera, con voluntad de lucha, implica irremediablemente sacrificios, porque el Estado no reparará en medios para defenderse con toda ferocidad.  Y ese cambio no puede tener por objetivo únicamente provocar la caída de este gobierno, sino la de todo tipo de gobierno y de Estado.  Hay que impedir que un régimen parecido le suceda y que de nuevo las masas laboriosas y el pueblo se vean oprimidos con otras más doradas cadenas, e igualmente sometidos a privaciones y miserias. 
Hay que barrer todos los obstáculos que supongan una verdadera Revolución en Iberia.  La lucha ha de ser decisiva, y debemos saber bien, ganándola a pulso, hacia dónde vamos y lo que queremos.
Marchemos resueltamente hacia delante para derribar al Estado fascista y consolidar la LIBERTAD.  Pero para que el pueblo consiga materializar ese mundo nuevo llamado “Utopía” no han de buscarse soluciones hacia atrás.  Estamos en 2014, conjugando la era atómica y nuclear con la era tecnológica.  Estamos en un siglo en el que todo avanza a pasos gigantescos, tanto científicamente como política, técnica y socialmente, en una época en que se han iniciado grandes transformaciones históricas y en que millones de pueblos que han vivido centenares de años en la ignorancia, en el atraso más espantoso, despiertan, sacuden su letargo, dan hoy el gran salto hacia delante con audacia y afán legítimo de renovación y abren su propia vía en el anchuroso mundo del Progreso.
Pero si bien hay que mirar hacia delante, tampoco hay que olvidar el pasado.  Esta España de 2014, que entre 1936-1939 y con su REVOLUCIÓN DEL 19 DE JULIO inmarcesible, gracias al pueblo y en uno de los momentos más álgidos de su historia, vio asomar la aurora libertaria y supo colocarse a la cabeza de los pueblos del mundo con sus realizaciones positivas en el terreno económico, social y humano… ¿cómo podría detenerse ahora a medio camino? 
No hay soluciones intermedias para Iberia.  O para España.  Si se quiere superar esta grave y fatídica situación de desempleo, de hambre, de pérdida de libertades y derechos… hay que abrir una nueva era.  Cualquier clase de gobierno, sea monárquico o republicano o de tipo dictatorial, ya se han ensayado.  El levantamiento militar-falangista tuvo un origen fascista cuyo objetivo fue ahogar la Revolución constructiva, impedir toda transformación fundamental.  Toda la política fascista que se ha impuesto desde entonces no ha hecho más que sostener los privilegios de la patronal, de la iglesia y de la casta política.
La monarquía donjuanera o de cualquier rama, constitucional o no, no ha atacado nunca ni atacará a estos privilegios, que son los suyos, ni a sus instituciones, que son las suyas propias.  Tampoco lo hará una república burguesa moderada y miedosa, dominada fatalmente por la plutocracia y la finanza, una democracia viciada y prisionera de las oligarquías en los moldes de las viejas estructuras económicas y sociales que se imponen en el sistema capitalista y estatal, como no lo hizo la abrileña de 1931.  No lo haría un Estado fuerte, porque ningún Estado fuerte podrá conciliar jamás su poder con la verdadera LIBERTAD.
Es el pueblo mismo, en estas horas y en las que vendrán, son los trabajadores del músculo y del cerebro, los obreros del campo y de la ciudad, manuales, intelectuales y técnicos, la juventud briosa y audaz, quienes están llamados a asumir sus responsabilidades directamente y sin instituciones parasitarias de ningún género, con la acción directa y la auto-organización libertaria, ágil, eficaz, incorruptible, teniendo como fin supremo los intereses de la Comunidad, armonizados universalmente con los de la Humanidad.
El verdadero camino de la liberación, de la transformación y de la renovación de nuestro pueblo pasa por la Revolución Social Libertaria de signo constructivo.
El triunfo de la etapa de la liberación libertaria ibérica, superando al parlamentarismo clásico impotente, estéril y corruptor, ha de conducirnos, con nuevos y responsables organismos populares salidos del mismo pueblo y mandatarios de él, con HECHOS POSITIVOS, con REALIZACIONES y EXPERIENCIAS PRÁCTICAS Y EFECTIVAS impulsadas por los mismos productores, hacia la supresión de las injusticias y de la miseria, por la senda de la LIBERTAD, hacia el ilimitado PROGRESO, hacia la gran FEDERACIÓN COMUNISTA LIBERTARIA DE LOS PUEBLOS IBÉRICOS.  Es así como el pueblo podrá salir de esta situación, vivir en libertad y disfrutar del bienestar.
El argumento de que nuestro pueblo carece de madurez y de medios para efectuar tal cambio es completamente ilógico y sin base argumental.  Cada pueblo es capaz de hacer su revolución si se lo propone, si cree en ella, si la quiere y trabaja por realizarla.  Si no existen circunstancias propicias, la voluntad humana y la de las minorías las provocan y las crean con el apoyo popular.  No existe régimen de Estado basado en el despotismo y la injusticia que no sea vulnerable cuando un Pueblo quiere y se dispone resueltamente a luchar.  La idea de que el Estado va a ceder su plaza sin lucha, al ser atacado a fondo, es descabellada y sirve además a la triste causa de quienes están empeñados en paralizar impulsos e iniciativas populares y en contener también, desde distintos frentes, la desbordante eclosión de las energías transformadoras libertarias.
El Pueblo está vivo y abre su propio camino gracias a su instinto vital, su inteligencia despierta, su capacidad productiva, su humanidad, su ingenio, la grandeza de su idealismo, su singularidad y concepción propia en el concierto universal de los pueblos, aparte de un sinfín de factores en los que la geografía y la economía interactúan, junto con definidos e imprecisos aspectos psicológicos de las masas y de los individuos, en el entrechoque de las realidades.  La marcha ascendente será prueba de su capacidad creadora.
Preparémonos para todas las grandes jornadas que se avecinan, trabajadoras y trabajadores.  Nosotros debemos tomar la iniciativa sin esperar consignas de dentro ni de fuera.  Sacudamos nuestra inercia.  Desbordemos por la base el encuadramiento del poder, los corsés de la fuerza opresiva.  ¡Actuemos!  Estrechemos nuestro contacto de codos.  Al ponernos en movimiento nosotras y nosotros, el conjunto de las masas populares ibéricas también se sumarán a nuestra acción, ampliándola y haciéndola mucho más formidable y arrolladora.
Vamos a forjar la Nueva Era con el concurso abnegado de todas y de todos, con fe inquebrantable en los altos destinos del Pueblo y en su porvenir, con un alto concepto de las realidades, con inagotable caudal de entusiasmo salido de lo más hondo del corazón.
Pueblo trabajador, en este Primero de Mayo, más que nunca, conjurémonos por la REVOLUCIÓN y la LIBERTAD para instaurar la JUSTICIA SOCIAL.
Por la REVOLUCIÓN SOCIAL, por la LIBERTAD, por la ANARQUÍA
CNT-AIT LA SAFOR

"La Safor Llibertària" nº5

(Texto basado en el comunicado de la CNT-AIT con motivo del Primero de Mayo de 1962, extraído del Boletín de Orientación e Información “España fuera de España”, editado por un grupo de trabajadores de la CNT en el exilio desde Londres por A. Vargas)